anJer. 25:24; 50:37; Ezq. 30:5
az2Crón. 9:14
bbJer. 25:20; 50:37; Ezq. 30:5
bkPrv. 11:31; Isa. 10:12; Jer. 13:13; Ezq. 9:6; 1Ped. 4:17
bl1Rey. 8:43
bmEzq. 38:21
bxJer. 6:26; Ezq. 27:30

Jeremiah 25

Capítulo 25

Setenta años de cautiverio

1Palabra que vino a Jeremías acerca de todo el pueblo de Judá, en el año cuarto de Joacim, hijo de Josías, rey de Judá (este era el primer año de Nabucodonosor a, rey de Babilonia b), 2la cual el profeta Jeremías habló a todo el pueblo de Judá y a todos los habitantes de Jerusalén, diciéndoles c: 3«Desde el año trece de Josías, hijo de Amón, rey de Judá d, hasta hoy, en estos
Lit. este.
veintitrés años ha venido a mí la palabra del Señor f, y les he hablado g repetidas veces
Lit. madrugando y hablando.
, pero no han escuchado i.
4»Y el Señor les envió repetidas veces
Lit. madrugando y enviando.
a todos Sus siervos los profetas, pero ustedes no escucharon ni pusieron atención k.
5»Ellos les decían: “Vuélvase ahora cada uno de su camino y de la maldad de sus obras, y habitarán en la tierra que el Señor les dio a ustedes y a sus padres l para siempre m. 6”No vayan tras otros dioses para servirles y postrarse ante ellos n, no me provoquen a ira con la obra de sus manos, y no les haré ningún mal”. 7»Pero no me han escuchado», declara el Señor, «de modo que me provocaron a ira con la obra de sus manos para su propio mal o.

8»Por tanto, así dice el Señor de los ejércitos: “Por cuanto no han obedecido Mis palabras, 9mandaré a buscar
Lit. tomar.
a todas las familias del norte”, declara el Señor q, “y a Nabucodonosor, rey de Babilonia, Mi siervo r. Los traeré contra esta tierra, contra sus habitantes y contra todas estas naciones de alrededor; los destruiré por completo
O dedicaré al anatema.
y los haré objeto de horror, de burla y de eterna desolación t.
10”Además, haré cesar
Lit. perecer.
de ellos la voz de gozo y la voz de alegría, la voz del novio y la voz de la novia, el sonido de las piedras de molino v y la luz de la lámpara w.
11”Toda esta tierra será desolación x y horror, y estas naciones servirán setenta años al rey de Babilonia y.

12”Después que
Lit. Y sucederá que cuando.
se hayan cumplido los setenta años aa, castigaré al rey de Babilonia y a esa nación por su iniquidad ab”, declara el Señor, “y a la tierra de los caldeos ac la haré una desolación eterna.
13”Y traeré sobre esa tierra todas las palabras que he hablado contra ella, todo lo que está escrito en este libro que Jeremías ha profetizado contra todas las naciones ad. 14”(Pues también a ellos los harán esclavos muchas naciones y
O Porque también ellos han servido a muchas naciones y a.
grandes reyes af, y les pagaré conforme a sus hechos y conforme a la obra de sus manos ag)”».

La ira de Dios contra las naciones

15Porque así me ha dicho el Señor, Dios de Israel: «Toma de Mi mano esta copa del vino del furor, y haz que beban de ella todas las naciones a las cuales Yo te envío ah. 16»Ellas beberán y se tambalearán y enloquecerán a causa de la espada que enviaré en medio de ellas ai».

17Entonces tomé la copa de la mano del Señor, e hice beber de ella a todas las naciones a las cuales me envió el Señor aj: 18a Jerusalén y a las ciudades de Judá, a sus reyes y a sus príncipes, para ponerlos por desolación ak, horror, burla y maldición, como hasta hoy; 19a Faraón, rey de Egipto, a sus siervos, a sus príncipes y a todo su pueblo al; 20a todos los extranjeros
O y a toda multitud mixta.
, a todos los reyes an de la tierra de Uz ao, a todos los reyes de la tierra de los filisteos (es decir, Ascalón, Gaza ap, Ecrón y al remanente de Asdod aq);
21a Edom ar, a Moab as y a los hijos de Amón at; 22a todos los reyes de Tiro, a todos los reyes de Sidón au y a los reyes de las costas que están más allá av del mar; 23a Dedán, a Tema aw, a Buz ax y a todos los que se rapan las sienes ay; 24a todos los reyes de Arabia az y a todos los reyes de los extranjeros
O de la multitud mixta.
,
bb que habitan en el desierto;
25a todos los reyes de Zimri, a todos los reyes de Elam bc y a todos los reyes de Media bd; 26a todos los reyes del norte be, los de cerca y los de lejos, los unos con los otros, y a todos los reinos del mundo que están sobre la superficie de la tierra bf. El rey de Sesac
O Babilonia.
beberá después de ellos.

27«Tú les dirás: “Así dice el Señor de los ejércitos, el Dios de Israel: ‘Beban, embriáguense, vomiten, cáiganse y no se levanten a causa de la espada que Yo enviaré en medio de ustedes bh’”. 28»Y sucederá que si rehúsan bi tomar la copa de tu mano para beber, les dirás: “Así dice el Señor de los ejércitos: ‘Ciertamente van a beber bj. 29’Porque Yo comienzo a causar mal en esta ciudad bk que se llama por Mi nombre, ¿y quedarán ustedes sin castigo alguno? No quedarán sin castigo, porque llamo a la espada contra todos los habitantes de la tierra bl’, declara el Señor de los ejércitos bm”.

30»Tú, pues, profetizarás contra ellos todas estas palabras, y les dirás:

“El Señor rugirá desde lo alto,

Y dará Su voz desde Su santa morada;

Rugirá bn fuertemente contra Su rebaño
O dehesa.
.

Dará gritos como los que pisan las uvas

Contra todos los habitantes de la tierra bp.
31”Ha llegado el estruendo hasta el fin de la tierra,

Porque el Señor tiene un pleito contra las naciones bq;

Entra en juicio contra toda carne br;

A los impíos los entrega a la espada”, declara el Señor».

32Así dice el Señor de los ejércitos:

«El mal va

De nación en nación bs,

Y una gran tempestad bt se levanta

De los confines de la tierra.

33»En aquel día los muertos por el Señor estarán desde un extremo de la tierra hasta el otro
Lit. hasta el otro extremo de la tierra.
,
bv. No los llorarán, ni los recogerán, ni los sepultarán; serán como estiércol sobre la superficie de la tierra bw.
34»Den gemidos, pastores, y clamen;

Revuélquense en ceniza bx, mayorales del rebaño;

Porque se han cumplido los días de su matanza by y de su dispersión,

Y caerán como vaso escogido.
35»No habrá huida para los pastores,

Ni escape bz para los mayorales del rebaño.
36»Se oye el sonido del clamor de los pastores,

Y el gemido de los mayorales del rebaño,

Porque el Señor está destruyendo sus pastos,
37Y son silenciados los rebaños
O las dehesas.
apacibles cb

A causa de la ardiente ira del Señor cc.
38»Él ha abandonado como un león Su guarida,

Porque su tierra se ha convertido en horror cd

Por el furor de la espada opresora
O del opresor.
,

Y a causa de Su ardiente ira».
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